viernes, 8 de octubre de 2010

Enfermedades de la Crisis. Advierten que se encuentran en aumento.

Según datos de expertos en distintas disciplinas están en aumento el estrés psicosocial, las gastritis, y el insomnio, entre otras. Las causas: incertidumbre, escepticismo y "miedo a ser la próxima víctima".

Buenos Aires (Argentina).- En el hospital de Clínicas, el médico Roberto Fayanás dice que no para de atender pacientes que creen que van a tener un infarto porque llegan ahogados, con el cuello duro y la sensación de que el corazón les va a explotar. Pero luego de estudios, los diagnostican con estrés psicosocial.

Lo mismo ocurre en el Hospital Udaondo, la jefa del departamento de Diagnóstico y tratamientos, Alcira Fiorini, cuenta que la gastritis es la consulta más común, pero que también es producto de nervios y ansiedad.
Estas escenas se repiten en diferentes hospitales de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Según los médicos, las enfermedades presentes en la crisis de 2001 están de regreso.

"Notamos un aumento de tasas de consultas por estrés psicosocial, que desencadena síntomas físicos, emocionales y mentales, tanto a nivel hospitalario como en consultorios. Cuando le preguntamos al paciente '¿Cuándo empezó esto?', mucha gente nos dice que a partir de 2001, aunque en ese momento no necesariamente se trató. Otros los repiten y hasta empeoran", afirmó Daniel López Rosetti, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés.

El psiquiatra Roberto Sivak, director del Instituto de psicotrauma de Buenos Aires y coordinador de la sección intervención en desastres del Hospital Teodoro Alvarez, detalló que el aumento de consultas se da por tres situaciones clave:
"Temor, en la perspectiva, de perder el empleo o dinero, como ocurrió en 2001. Las vivencias de inseguridad cotidiana y el aumento de la susceptibilidad: muchos tienen pánico de salir a la calle porque les da miedo que les pase algo". Un temor que también impuso la Gripe A.
Según Fayanás, "los cuadros con los que llegan al hospital son equivalentes a los de 2001-2002 porque la gente tiene la sensación de que el país es una hecatombe". Sivak remarcó que las causas son el "desasosiego, escepticismo e incertidumbre generados por la inseguridad, intolerancia y estrés que está viviendo el país".

El estrés es generado por cualquier amenaza que va en contra de la seguridad individual o de un ser querido. Carlos Sica, coordinador de Emergencias psicosociales, explicó que "una persona necesita dos estructuras: la psicológica individual y la social. Si la seguridad pública va en contra nuestro, nos vemos amenazados". Lo ejemplificó: "Cuando vimos que las instituciones tambaleaban en 2001, la gente sintió desesperanza, faltas de proyecto, irritabilidad", dijo.Gabriel
Kessler, investigador del Conicet, agrega otro factor: el temor que influye en la seguridad de una persona como una especie de "presión ecológica".
El estrés psicosocial tiene síntomas claros: Los más frecuentes son las contracturas en el cuello, los hombros y la zona lumbar; insomnio, gastritis y dolores de cabeza, entre otros. También hay signos emocionales y mentales.

Mirta Averbuch, jefa de la unidad de Medicina del Sueño del Instituto de Neurociencias Fundación Favaloro, contó: "Nuestros centros están desbordados de casos que comenzaron con problemas para conciliar o mantener el sueño, y de insomnios. Los pacientes comentan una sensación de incertidumbre, agobio, nervios, miedo a salir a la calle y tensión".

Christian Sánchez Saizar, médico dermatólogo de la Sociedad Argentina de Dermatología, relató lo mismo: "Vemos un grupo de afecciones dermatológicas, mediadas mayormente por mecanismos inmunológicos y alterados por situaciones de estrés. También enfermedades psicodermatológicas que empeoran en situaciones de estrés emocional: pacientes que lastiman su piel de tanto rascarse, se arrancan el pelo o se comen las uñas de modo patológico".

Para Roberto Re, psiquiatra y director de la ONG Red Sanar, las consultas por trastornos mentales asociados a la inseguridad en Capital aumentaron un 30%, y en el Gran Buenos Aires un 35%.
- Recomendaciones
Los expertos dicen que no se puede abordar el estrés de manera social, si no individual.
- Aconsejan: tomar conciencia pública, tener una educación inclusiva, alejarse de aquella circunstancia que genera estrés y apoyarse en familiares y/o amigos, ser positivo, realizar actividad física y aprender técnicas de relajación.

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