domingo, 13 de marzo de 2011

Celulas Madre

¿Qué son las células madre?

Célula madre (stem cell en inglés) se define como una célula progenitora, capaz de regenerar uno o más tipos celulares diferenciados y con la capacidad de autorenovarse.

Todos los humanos, en nuestro desarrollo embrionario, pasamos por varias etapas en las primeras semanas del embrazo: cigoto (el óvulo fecundado), mórula, blastocisto, gástrula y neúrula. Es asombroso saber que en la etapa de blastocisto, que abarca de los días 6 - 14 después de la fecundación, todas las células están indiferenciadas, es decir no se han especializado en funciones particulares, pero estas mismas células darán origen a células especializadas en tareas concretas como lo son las neuronas, las células musculares, los glóbulos rojos o los osteocitos. Como todas las células del organismo provienen de las células del blastocisto se dice que son totipotenciales y reciben el nombre de células madre embrionarias (Embrionic stem o Escells en inglés).


Existen otro tipo de células madre, las "células madre órgano-específicas". Estas células son pluripotenciales, derivan de divisiones celulares de las células madre embrionarias y tienen la capacidad de originar las células de un órgano específico tanto en el embrión como en el adulto. El ejemplo más notable de células madre órgano-específicas son las células de la médula ósea, las cuales son capaces de originar todas las células de la sangre y del sistema inmune. A la fecha los científicos han logrado aislar y cultivar células madre de adulto de la piel, grasa subcutánea, músculo cardíaco y esquelético, cerebro, retina y páncreas.

¿Para qué se investigan las células madre?

Una gran parte de las enfermedades que afectan a los seres humanos consisten en la degeneración y muerte de los distintos tejidos que conforman nuestro cuerpo. Los infartos, el mal de Alzheimer y el mal de Parkinson son de hecho ejemplos de desgaste natural de los tejidos.
La medicina ha logrado reparar los tejidos envejecidos o dañados por medio del desarrollo de los trasplantes. Esta técnica ha hecho un impacto notable en el aumento de la esperanza y calidad de vida de miles personas cada año. Algo que era impensable hace unos siglos atrás. Sin embargo, los trasplantes de órganos tiene dos grandes limitaciones: la escasez de donantes y la posibilidad real del rechazo del órgano trasplanto.
Si miramos episodios como los infartos de miocardio y los cerebrales notaremos que los tejidos muertos no son susceptibles de repararse por los medios naturales del organismo. Es aquí donde los científicos exploran el desarrollo de técnicas que permitan cultivar y transplantar células madre, que gracias a su capacidad natural de regeneración sirva para el tratamiento de este tipo de enfermedades.
Muchos investigadores desean obtener material genético de células normales de un grupo de mujeres donantes y combinarlo con sus propios óvulos. Tales investigadores argumentan que debido a que las células llevan el genoma nuclear del individuo, después de diferenciarse pueden transplantarse sin que sean rechazados por el sistema inmunológico en tratamientos de desórdenes degenerativos.
En la actualidad las células madre se están utilizando para tratar tumores de cerebro, cáncer de ovario, de testículo, retinoblastoma, neuroblastoma, linfoma no de Hodgkings, carcinoma de células renales, y enfermedades autoinmunes tales como la esclerosis múltiple, lupus eritromatoso sistémico, artritis reumatoide y artritis reumatoide juvenil, entre otras. En cuanto a sus usos futuros se prevé recuperar a pacientes con derrames cerebrales, diabetes, enfermedad de Parkinson y aún más, se anhela recuperar con esta técnica a personas con parálisis.
Para obtener células madre embrionarias es necesario obtener varios blastocistos y luego destruirlos para trabajar con las células de forma independiente. Los embriones provienen en muchos casos de la fase de rutina de la fecundación in vitro (FIV), pues para este tratamiento contra la esterilidad se extraen varios óvulos de la madre donante y luego son fertilizados en condiciones de laboratorio, después se procede a implantar los óvulos fecunfecundados (no todos logran sobrevivir). En algunos casos quedan embriones congelados sobrantes, que pueden utilizarse para la investigación con células madre.


También existe la posibilidad de trabajar con células madre de adulto (u órgano-específicas) las cuales se pueden obtener del cordón umbilical de los recién nacidos, la médula ósea, la piel entre otros órganos. Este tipo de investigación no genera controversias éticas y según algunos científicos ofrece mejores beneficios. Otros sin embargo, creen que las células madre adultas solo pueden formar los tipos contenidos en su tejido de origen, además de ser más escasas y más difíciles de cultivar, por lo que abogan por que se permitan investigaciones tanto con células madre embrionarias y adultas.
El trabajo con células madre es una clonación, pero esta no tiene como fin la reproducción, por lo que recibe el nombre de clonación terapéutica (de hecho no hay un equipo de científicos que busque clonar humanos con fines reproductivos).